[Otra vez un grupo de gente con bongos en mi calle. El lunes me saco la licencia de armas.]
Tranquila. Todo está bien. Soy consciente de que jamás —ni en esta ni en ninguna otra vida— habría sido capaz de hacerte feliz.
«Resiliencia»: un concepto inventado —para nada descubierto— en torno al que giran las misma ambigüedades psicológicas de siempre.
¡Aaaaah! ¡Aaaaaaaaaah! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...h!
«Los problemas crecen», serie de televisión: «Algunas personas saben aceptar consejos, el resto necesita estrellarse contra la realidad.»
Mis ojos escondiéndose en su cueva con algunas partes de su anatomía rojas de tanto como les estoy dando últimamente por el culo.
¿«I just believe in me»? I just believe in Kant!
Yo creo en la literatura. Pero la literatura no cree en mí.
¡Este fin de semana fiesta en mi casa! Aunque que al final, como siempre, sólo aparecerán mis fantasmas.
Lograr que sea la realidad la que se estrelle contra ti.
La comunidad, para serlo de verdad, ha se ser pequeña. Si no, es mero agregado, grumo, espuma en el torrente de una cascada.
El prestigio oficial de los premios es inversamente proporcional a su prestigio oficioso.
¿Algún comentario de verdad? ¡Ninguno!
Los días de fiesta son como domingos que te pillan en bragas.
Para escribir un microdiario también hay que ponerse, solo que a veces puedes ponerte mientras estás haciendo cualquier otra cosa.
Mareo, hiperacusia, dificultad al respirar, oídos taponados y dolor muscular. Parafraseando a Serrat, me parece a mí que hoy no va a ser un gran día, joder.
«¡Cuidadito conmigo, que stoy mu cuerdo...!»
Mal vamos cuando lo único que necesitas para enamorarte es que apenas te hagan un poquillo de caso.
Me encantaría decirte cochinadas por teléfono. Por cierto, ¿qué ropa llevas ahora puesta...?
Me acuerdo de cuando te acompañé a ver invitaciones para tu boda y la persona que nos atendió pensó que yo iba a ser el novio.
Contestando a uno de tus correos, se me iluminan la sonrisa y la mirada, y si me meto un enchufe por la nariz, soy capaz hasta de encender la maldita televisión.
¿Cómo saber si estás enamorado sin una recta patrón ni nada que se le parezca?
Soy algo especial para ti que no es lo suficientemente especial para mi.
Yo a lo tuyo y tú a lo mío: Amor y sexo perfectos.
Están reponiendo las dos últimas temporadas de «Las chicas Gilmore» y yo me las estoy volviendo a tragar enteritas. Dios mío, si es que soy peor que ponerse a espiar en un probador de señoras.
¡Que te jodan, Tuiter!
«Nunca seré nada», solemos decir apesadumbrados. Y, sin embargo, éso es lo único que con certeza llegaremos todos a ser: no thing.
Mi vecina de la pared de al lado con la música a todo trapo durante «diez» horas seguidas. ¿Se puede ser más IMBÉCIL? Y es que a veces sobra la literatura.
El secreto del opositor: estar preparado para una categoría superior a la que de hecho se está preparando.
Hoy soy víctima de un enjambre de quebrantahuesos desde primeras horas de la mañana.
Pero bueno, vamos a ver. ¿Acaso es que todas las ambulancias de Madrid pasan por la puerta de mi casa, o qué? ¡A qué cojones estamos jugando!
¿Memética, o «meméztica»?
¿Que te pierdes cuando lees lo que escribo? Pues encuéntrate siguiendo el rastro de las miguitas que te voy dejando: parque, beso, alianza...
Los dos actúamos como si lo que yo escribo, en realidad no lo pensara. Así que qué más da lo que escriba: «Después de haber hablado contigo durante más de una hora por teléfono, me he tenido que hacer una paja.»
Seguiré subiendo el tono hasta que el tren descarrile en la cumbre de la montaña rusa.
ASMEOXRO
Ser valiente y reconocer los propios valores.
¿Queréis bañaros en una bruma rosa? Pues arrimaos bien a mí, que debo de estar a puntito de explotar.
Saber escribir es, primero y ante todo, saber leer.
El amor en no tener que decir gracias.
Para cuatro mierdas que tienen los lenguajes documentales y los Doctores de la Biblioteconomía y de la Documentación no son capaces de ponerse de acuerdo en qué es cada cosa. Y luego quieren que a lo que hacen se le llame Ciencia. ¡Ja!
¡Joder con el mudra cósmico! La única forma que tengo de mantener las manos en posición es que me excite sexualmente. Lo que, por cierto, no dice nada bueno de la calidad de mi meditacíón.
Los únicos actos propios que pueden salvarte la vida son aquellos en los que el ego se ha eliminado.
En la vida hay dos momentos en los que los problemas parece que son de otra manera: después de hacer ejercicio y después de cagar.
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