[No hay peor momento para ponerse a escribir que cuando se tienen los sentimientos a flor de vomitona.]
Cuanto más me cuestiono si aún te sigo queriendo, mayor es la luz con la que tu sonrisa me ilumina. Lástima que la mejor de tus sonrisas la reserves, siempre, para tu marido.
Los niños son lo más rico que hay en el mundo. Sobre todo cuando dan volteretas mientras se caen por un precipicio.
Escribir sobre ti es mi forma de pedirte perdón.
Creo que hay alguien por ahí con quien mi musa me está poniendo los cuernos.
Cada vez que te acuestas con tu marido, más me hundo en un pozo sin salida. Cada vez que te acuestas con tu marido, mejor siento que soy capaz de escribir.
Por extensible que sea la correa, sigue habiendo correa: amor perro.
Mi vida se ha convertido en una competición en la que, para ganar, yo ya sólo puedo esperar a que fallen todos mis contrincantes.
El amor es como una oposición: siempre hay algún hijoputa por ahí que se queda con la plaza, por mucho que tú también te la merezcas.
A partir de ahora te voy a llamar Paludismo: cuando ya creo que por fin me he deshecho de tu desamor, te veo y me vuelven por enésima las fiebres cuartanas.
Lo que separa a los distintos puntos de vista, más que en las diferencias respecto de lo que ven, está en todas las cosas que dejan a sus espaldas.
¿Dónde el faro de 360º?
Si el capitalismo es un sistema económico bajo el que se subsume a cualquier sistema político, el comunismo es un sistema político bajo el que se subsume cualquier sistema económico.
La peor herida es la que no te han hecho porque es la única que es imposible de cerrar.
Si por un lado, no «quiero» estar enamorado de una mujer que me quiera «menos» a mí de los que yo la quiero a ella, por otro lado, no «puedo» estar enamorado de una mujer que me quiera «más» a mí de lo que yo la quiero a ella. Y es que el amor es un vicio.
En realidad, «Gran Hermano» debería llamarse «Mago de OZ».
Las leyes se forjan a golpe de ilegalidad.
El que la sigue, la consigue. Hasta que la consigue otro.
La vida te moldea a golpe de cincel. Y si ésto de por sí ya es grave por el simple concepto de «golpe», más grave es aún si la figura resultante es el puto hombre elefente.
La mayoría de vosotros pensáis que he perdido el Norte. Y es cierto, pero también lo es que he encontrado algo mucho mejor: el Sur.
Las redes sociales son a la Web lo que la telebasura a la Televisión: «webtrash».
No es real hasta que no lo escribo.
Ningún hombre es una isla, pero la humanidad entera está metida dentro de un planeta.
Nadie da gratis su «arte» al mundo si no es a cambio al menos de reconocimiento.
¡Enhorabuena! Acabas de descubrir la tinta digital invisible.
Justo en el momento en el que un enfermo crónico se dice a sí mismo: «¡Dios mío!, ¿será verdad que me estoy curando?», su cuerpo, con una irónica sonrisa, se encarga de demostrarle todo lo contrario.
«Punto pelota» es a la presa deportiva lo que «Sálvame» es a la prensa del corazón.
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