[¿Alguna vez habeís oído pájaros en las cañerías?]
Qué curioso que la gente que más correctamente escribe a menudo sea luego la que menos tiene la cabeza en su sitio.
¡Que te jodan Facebook!
«No puedo amarte como te mereces», le dijo ella. A lo que él le contestó: «Y yo no puedo dejar de amarte como tú también te mereces.»
Cuando llueve en mi corazón, la literatura se desborda en mis venas.
La infelicidad es mucho mayor si la posibilidad de ser feliz se te cruza por delente de la cara y no puedes o no eres capaz de aprovecharla.
En la Fórmula 1 tienes que trabajar con tu compañero de equipo para ser mejor que el resto, sin olvidar que tu principal competidor, al final, siempre será tu propio compañero de equipo. Como en las Oposiciones, vamos.
Ser bueno no es ser querido, ser bueno es ser correspondido.
¡Cuánto echo de menos a la persona que nunca he sido!
Sería más fácil convencer al Diablo de que hiciera el bien que convencer a Dios de que lo que está haciendo es el mal y no el bien.
Hay sentimientos que por mucho que sean verdad, no hay nada de verdad en ellos.
No se escribe por sí mismo, sino que la escritura es un efecto colateral de estar obsesionado.
No hay mayor atracción que la de que te hagan caso.
«Proyecto Nocilla» o «Como col(g)ar un collage en el Museo del prado».
No es lo mismo escribir como se piensa que escribir como se piensa cuando se escribe.
¡Pues claro que la gente cambia! ¿Acaso no empeoramos todos con el tiempo?
La cuestión no es convertir un problema en una oportunidad —como decía Lincoln—, la cuestión es por qué cojones no se aprovechó la oportunidad cuando ni siquiera existía el problema.
Mi corazón es un paquete vacío de Fortuna arrugado en el suelo.
¿El pluralismo engendra democarcia o engendra ruido?
Elimina tus necesidades y eliminarás tus miedos.
No citarás el punto 7 del Tractatus en vano.
Me encantaría que me contaras lo que tú recuerdas de nosostros.
Cuánto mejor escritor habría sido Chesterton con un ordenador bajo los dedos.
Las puertas del Cielo deben de chirriar lo que no está escrito, al contrario que las del Infierno.
Más que «vivir en el pasado», lo que yo hago es «vivir del pasado», si es que éso entraña alguna diferencia.
Hay escritores que a fuerza de no querer subestimar la inteligencia del lector, acaban por sobrestimar la suya propia.
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