FEBRERO - 2010


[¡Ahora, no!]

El amor incondicional es una forma de suicidio.

Anó como todo arte es expresión, no toda expresión es arte.

JCUOGNALNADSO PALABRAS.

Cuando me visite la Señora Muerte, no creo que sepa comportarme: seguramente me echaré a llorar, me mearé en los pantalones y le suplicaré ¿por cuánto?, ¿por aunque sólo sean dos minutos más de vida...? Por eso quiero aprovechar ahora que no estoy a punto de morirme (¡joder, eso espero!) para decirle a tan ínclita Señora: «¡Que te jodar, puta!»

Nada no es nada si se puede decir que es nada.

Te doy las buenas noches, te doy los buenos días y te hago el amor todas las tardes. Y es que tengo una relación con un fantasma.

La risa también es un fin en sí misma. Por eso no nos reímos para evadirnos, sino que la evasión es la prueba de que nos reímos sinceramente, correctamente.

No sé qué coño le ve la gente a Chesterton. Tras el tercer intento de leerle con la pasión con la que me lo han recomendado, he decidido tirarle de una puta vez a la basura. La expresión de su literatura es rebuscadísima, su concepto de la ciencia en general y del evolucionismo en particular son irrisorios y la exposición de sus argumentos, precisamente por lo literarios, son de humo, como si el lugar de la argumentación fuera un poema y no la cadena causal de premisas y conclusiones en que ha de consistir cualquier argumento que se precie, aun a costa de carecer de la más mínima poesía. ¡Y, para colmo, todas sus novelas son de tesis!

No todo el mundo puede soportar el pesado fardo de la felicidad.

LA 1: Sniff, sniff, qué tiempos aquellos en los que sólo estábanos nosotros. LA 2: A la mierda con cualquier cosa que huela a comercial. ANATENA 3: Todo lo que tocamos lo convertimos en mierda. TELECINCO: Las Mamachicho sólo son la base, pero son la base. CUATRO: A ver quién chilla más fuerte. LA SEXTA: ¿Para qué tener una idea original si le podemos robar los programas a otras cadenas? TELEMADRID: Aguirre, la cólera de una presidentilla.

Para un novelista, no debería haber mayor insulto que llamarle novelista de tesis.

La vida es un terremoto que te tira contantemente al suelo para luego tirarte todo tipo de mierdas sobre la cabeza.

Gran Hermano no se asemeja a un estado policial porque tengas que vivir entre cuatro paredes en observación constante, sino porque todo lo que digas podrá ser, y lo será de hecho, utilizado en tu contra.

La diferencia que hay entre una librería y una biblioteca es que en la primera hay clientes y en la segunda hay usuarios. Con eso se dice todo.

¡La razón qué va a crear monstruos! Lo que crea monstruos —aparte del corazón— es un mal uso de la razón, en cuyo caso estamos hablando de cualquier cosa menos de la razón.

Decía el Tío Nocilla en una entrevista que hay que presuponerle una inteligencia al lector, que se le puede tratar como a un estúpido. O algo parecido. Lo cual no estaría nada mal si, además de éso, se presuponiera que el lector, generalmente, quieren que le cuenten algo, lo que sea, pero ALGO.

Recuperar la sensación de que mi único lector es el eco de mis palabras.

¿Por qué lo llaman «morirse de sueño» cuando lo que en realidad quieren decir es «morirse de insomnio»?

Me acuerdo del accidente de tu mano rozando mi polla empalmada mientras los dos nos hacíamos los suecos.

Antología de autores extraterrestres: Marguerite Duras, J. M. Coetzee y otros.

Me acuerdo de cuando decidíamos pasar la tarde juntos en lo que tarda un semáforo en cambiar del rojo al verde.

Lo radical es el origen.

Me acuerdo de la primera vez que querías estar en otra parte mientras estabas conmigo.

Sólo estando solo se puede hacer justicia con todos.

«El amor es para siempre», se suele decir, mientras que lo que realmente se quiere decir que es para siempre es el olvido de uno mismo, donde «siempre» ni siquiera transcurre porque se encuentra en otra parte que el tiempo.

«No hagas un grano de arena de una montaña», le dijo una hormiga a otra.

Prefiero lamentarme de tu ausencia que de la mía.

[Historia universal: Ningún hombre solo puede cambiar por completo el mundo, pero sólo hace falta un hombre para acabar con él.]

[¡Yo no quiero escribir! ¡Yo lo que quiero es ser feliz!]

[23-F: Borbón y cuenta nueva.]

[Arma blanca: Al fin y al cabo, la locura no es más que un mecanismo adaptativo, una reacción compensatoria a una circunstancia profundamente dañina, una reacción, éso sí, que luego puede fácilmente devenir aún más dañina que la mera circunstancia original.]

[Siempre parece que la gente normal es la otra, pero al final siempre resulta que somos nosotros. La cuestión es, por tanto, la siguiente: ¿se puede saber qué clase de anormal eres tú?]

[La mañana es una promesa de futuro. Y el futuro, cuando llega, no puede parar de reirse de ti.]

[No hay biografía más falsa que la autobiografía, ni más aburrida que la ajena.]

[Se hace humo el tiempo en el incienso.]

[El límite, mientras no llegues a él, es como la línea del horizonte que parece siempre tan lejana, pero en cuanto lo pisas, se parece más al borde de un precipicio que se aleja a 9,8 m/s.]

[La vida es un frenazo interminable a la espera del impacto.]

[Hay amistades («¡Joder, tío, qué putada! Aquí me tienes para cualquier cosa que necesites») y amistades («¡Venga, tío, tú lo que tienes es mucho cuento! Debes seguir estando ahí para cualquier cosa que yo necesite de ti»).]

[Mientras que, ahora, casi todo el mundo habla de refundar el capitalismo, casi nadie habla de lo que realmente habría que hacer: sustituirlo.]

[La ferocidad de un escritor en sus escritos es inversamente proporcional a su ferocidad en la vida real.]

[Quien tiene un amigo tiene un tesoro, sí, al que se está encadenado con grilletes de titanio.]

[Está visto que, a veces, la única forma que hay de que una historia acabe bien es contarla hacia atrás en el tiempo.]

[La vida es una cadena de fracasos en la que los únicos respiros que hay son los agujeros que tienen los eslabones.]

[La sinceridad de un escritor es directamente proporcional a la pérdida de sus esperanzas.]

[«Misantropía» es un térmico que suena excesivamente bien para lo que realmente significa.]

En vida, la eternidad no se compra, se alquila.

Tiéndele todos los puentes que quieras, pero todo hombre, al fin y al cabo, no es más que una isla.

Nuestro amor, aunque nunca empezó —y precisamnete porque nunca empezó—, no acabará nunca.

Maldito sea este corazón mío que no hace más que chuparme la sangre.

Lo importante no es cómo se empieza, ni tampoco cómo se acaba. Lo importante es lo que pasa en medio.

________________________________________________________________________________